La lengua es una parte esencial de nuestra boca y de nuestro sistema digestivo. Además de permitirnos saborear los alimentos a través de las papilas gustativas, segregan saliva a través de sus glándulas para humedecer la comida y favorecer así la digestión. Además, ésta saliva contiene una enzima que se encarga de romper los almidones, así que la digestión empieza en la boca y la lengua juega un papel esencial en este proceso.
A menudo, cuando pensamos en la higiene bucal, nos enfocamos en los dientes y las encías, pero la lengua también necesita una correcta higiene. Hoy hablaremos de la importancia de la higiene de la lengua y algunas técnicas para mantenerla limpia.
Importancia de la higiene lingual
En la lengua se acumulan gran cantidad de bacterias. En el post “la microbiota de la boca” ya hablamos sobre las bacterias, virus y hongos que están presentes en nuestra boca y que, en un correcto equilibrio, favorecen a mantener una correcta salud bucal y a unas mejores digestiones.
Si no existe una correcta higiene de la lengua pueden producirse problemas como el mal aliento o otros más graves como un sobrecrecimiento de hongos, problemas en las encías y formación de placa dental. Mantener la lengua limpia no solo nos ayuda a mantener un buen aliento, sino que también mejora la salud bucal en general.
Existen varias técnicas para limpiar la lengua, a continuación te presentamos algunas.
Raspado lingual
Una de las técnicas más comunes y efectivas para mantener una correcta higiene es el raspado de la lengua, que se puede hacer con un limpiador de lengua o con el cepillo de dientes. Por estar específicamente diseñado para ello, el raspador lingual es más efectivo, pero no tenerlo no es una excusa para descuidar la lengua en el cepillado. Con las propias cerdas del cepillo de dientes, se puede hacer un barrido de la lengua desde la raíz o parte posterior hasta la punta. También es común que los cepillos incorporen una zona específicamente diseñada para la lengua, pero el raspado será menor, ya que suele ser demasiado suave.
El raspado de la lengua debería de hacerse nada más levantarnos, ya que es cuando el cuerpo, después de realizar un proceso de limpieza y regeneración, intenta deshacerse de todo lo que ya no le sirve y lo hace también a través de la lengua. Además, es posible que, si existe un desequilibrio en la microbiota intestinal (es decir, que exista un sobrecrecimiento de bacterias perjudiciales), estas bacterias suban por el tracto digestivo hasta llegar a nuestra boca. Así que un buen raspado lingual nos ayudará a eliminar estas bacterias perjudiciales y otros desechos de nuestro cuerpo.
Es importante limpiar toda la superficie de la lengua, desde la base hasta la punta, para eliminar la mayor cantidad de bacterias posible. Además de este raspado específico, no debemos olvidarnos de cepillar la lengua cada vez que nos lavemos los dientes.
Oil Pulling o enjuagues con aceite
El oil pulling es una técnica que se ha puesto de moda en los últimos años y que nos ayuda a mantener un correcto equilibrio bacteriano de la boca. Esta técnica, al igual que el raspador lingual de cobre, proviene de la medicina ayurvédica, basada en un enfoque simple y holístico de la salud que busca mantener la salud a través del equilibrio.
El enjuague bucal con aceite ayuda a eliminar las bacterias y toxinas que se acumulan en la lengua. La técnica es muy simple y consiste en, nada más levantarnos, meternos una cucharada de aceite en la boca, mantenerla durante unos minutos y luego mover el aceite por toda la cavidad bucal durante unos 5 minutos más. Una vez acabado el enjuague es importante escupir el aceite en el cubo de la basura y no en el desagüe.
Se pueden usar diferentes aceites, cada uno de ellos con unas propiedades ligeramente distintas, pero todos ellos muy beneficiosos. Es importante que elijamos el que elijamos, sea un aceite de gran calidad y de primera presión en frío.
- Aceite de coco. Probablemente sea el más utilizado. Es rico en ácido láurico, muy efectivo contra los virus, bacterias y hongos. En temperaturas inferiores a los 21 grados se solidifica, por lo que puede ser un poco más engorroso de utilizar en los meses más fríos, pero una vez hemos conseguido extraer una cucharada del tarro, el propio calor de nuestra boca hará que se derrita rápidamente.
- Aceite de oliva. Es nuestro aceite más local. Por su acidez es también muy beneficioso para el enjuague bucal. Al ser rico en antioxidantes ayuda a prevenir la inflamación de las encías.
- Aceite de sésamo. Es el aceite más utilizado en la medicina ayurvédica. Tiene una acción suave y que ayuda a mantener nutridos los tejidos y se puede emplear también para hidratar otras zonas del cuerpo. Su aroma y sabor son agradables.
Cualquiera de estos aceites nos servirá para mantener una correcta higiene bucal y una lengua libre de toxinas y bacterias.
Frecuencia para la correcta higiene de la lengua
Al igual que el cepillado de dientes y el uso de hilo dental, la limpieza de la lengua debe formar parte de nuestra rutina diaria de cuidado bucal. Es recomendable limpiar la lengua al menos dos veces al día: por la mañana y por la noche. Limpiar la lengua por la mañana ayuda a eliminar las bacterias y toxinas que se han acumulado durante la noche y proporcionar un aliento fresco. Es en este momento cuando debemos realizar el raspado o el oil pulling. Limpiar la lengua por la noche ayuda a eliminar las bacterias que se han acumulado durante el día, simplemente bastará con cepillar la lengua unas cuantas veces al final de nuestra rutina de cepillado.
Es importante tener cuidado al limpiar la lengua para evitar causar irritación o daño. No debe presionar demasiado fuerte al raspar o cepillar la lengua. Si se siente alguna molestia o dolor, debe disminuirse la presión. Si la irritación continúa, se debe consultar a un profesional de la salud bucal.
La higiene de la lengua no solo contribuye a la salud bucal, sino también a la salud general. Las bacterias que se acumulan en la lengua pueden ser ingeridas y entrar en el sistema digestivo, lo que puede tener un impacto negativo en nuestra salud general. Por ello, mantener una correcta higiene de la lengua es una parte esencial de un estilo de vida saludable.