Son cada vez más los casos de niñas y niños que requieren de Ortodoncia infantil en la actualidad. Este incremento se debe a varios factores que nos gustaría explicarte en este artículo.
La ortodoncia es una especialidad relativamente moderna (principios del s. XX.). Aunque en aquella época recibir cualquier tratamiento dental era poco accesible, los jóvenes de entonces no precisaban tanta ortodoncia como los jóvenes de ahora. Esto es debido a un incremento en la falta de desarrollo de los maxilares.
¿Qué ha cambiado? La respuesta la encontramos en los factores ambientales.
En la actualidad, se nos presentan situaciones que hace 50 años no existían, como por ejemplo: el incremento exponencial del consumo de comida procesada y muy blanda, el uso del chupete/biberón y los sistemas de climatización del aire, entre otros.
El cuerpo humano es una estructura compleja y altamente organizada, formada por células que trabajan juntas para realizar funciones específicas. Muchas de nuestras estructuras son funcionales y esto significa que, si que no las usamos, no crecen ni se desarrollan lo suficiente.
Los principales sistemas que participan en esta situación son: el aparato respiratorio y el masticatorio.
Por un lado, necesitamos respirar aire húmedo. Es por ello, que en una situación ideal el aire pasa por la nariz para humedecerse y preparar su entrada a los pulmones. Pero cuando el aire que nos rodea está más seco de lo normal, porque tenemos el aire acondicionado o la calefacción encendida allá donde vayamos (casa, trabajo, coche, comercios…), las fosas nasales no tienen suficiente capacidad para humedecerlo. Entonces, abrimos la boca para respirar pues la saliva es un gran hidratante.
Y aquí empieza el pez que se muerde la cola: abrimos la boca para respirar y para ello descendemos la lengua del paladar. Con este acto, dejamos de tener el principal estímulo de desarrollo del maxilar superior: la presión lingual. A su vez, la base de las fosas nasales es el paladar, y si éste no se desarrolla, las fosas nasales tampoco, impidiendo a la nariz que participe de forma predominante en la respiración.
Por otro lado, el frote adecuado de los dientes al masticar y deglutir, transmite información a las estructuras vecinas (músculos, maxilares y articulación temporomandibular-ATM) para también estimular su desarrollo. Si la presión al masticar es débil y/o más predominante en un lado, los maxilares se desarrollan poco y de forma asimétrica favoreciendo la mayor aparición de situaciones de maloclusión.
Esta es la explicación por la que hay mayor necesidad de tratamiento ortodóncico en la actualidad.
Por ello, son medidas preventivas aquellos actos que se dirigen a crear una función respiratoria, masticatoria, fonatoria y deglutoria correctas: prolongar la lactancia materna, evitar el uso del chupete, evitar ambientes climatizados, masticar y deglutir bien, e introducir una dieta lo más dura, seca y fibrosa lo antes posible.
Con esto conseguiremos proporcionar a la lengua más espacio, favoreciendo su estímulo de desarrollo sobre el maxilar superior, que a su vez estará lo suficientemente desarrollado para poder respirar por la nariz y que los dientes puedan erupcionar mejor en la mayoría de los casos. No olvidemos que además evitaremos problemas más serios en la etapa adulta como el Síndrome de Apnea del Sueño (SAOS).
En conclusión: la lengua y la masticación son nuestras grandes aliadas.
Las revisiones periódicas desde que le salen los primeros dientes de leche, ayudan a prevenir y controlar que todos estos procesos se desarrollen con normalidad.
En la clínica dental Neus Puertes realizamos diversos tratamientos de Odontopediatría como la Ortodoncia infantil, rehabilitación Neuro-Oclusal (RNO) o tratamientos preventivos. Para más información o pedir una cita, puedes contactar con nosotras a través de nuestro formulario de contacto.