La osteoporosis es una enfermedad ósea que debilita los huesos, haciéndolos frágiles y propensos a fracturas. Ocurre cuando el cuerpo pierde demasiado hueso, no produce suficiente hueso nuevo o ambos. Esta enfermedad, como veremos más adelante, es más común en mujeres, pero también puede afectar a hombres.
El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son importantes para prevenir complicaciones. La manera más eficaz de prevenir y revertir esta condición (en la medida de lo posible) es a través de la alimentación y de unos hábitos de vida saludables.
La osteoporosis y la salud dental
La osteoporosis puede afectar a la salud dental de varias maneras. La pérdida de densidad ósea puede debilitar la mandíbula, por lo que aumenta el riesgo de pérdida de piezas dentales. Los huesos maxilares pueden volverse más delgados, lo que hace que tanto dentaduras como implantes carezcan de una buena base en la que agarrarse.
Además, los dientes están formados de tejido óseo (tejido vivo) y el esmalte, que es una sustancia más dura que recubre los dientes, por lo que también pueden verse afectados y debilitados en caso de que exista una pérdida de densidad ósea u osteoporosis.
Causas de la osteoporosis
Edad
Aproximadamente a los 30 años, el cuerpo comienza a perder más hueso del que construye, produciendo así una lenta pero constante pérdida de densidad ósea. El hueso está formado de hueso compacto, hueso esponjoso y médula ósea. A medida que se va perdiendo masa ósea, las cavidades que hay en el hueso esponjoso van haciéndose más grandes, debilitando así su estructura.
Este proceso de envejecimiento afecta en realidad a todos los tejidos del cuerpo, a la piel, los músculos y los huesos. Es inevitable que el cuerpo envejezca, sin embargo es importante retrasar este proceso al máximo, especialmente en lo que respecta a tejidos y órganos que afectan de manera determinante a nuestra salud.
Deficiencia nutrientes esenciales
Nuestro cuerpo está en constante renovación, todos los días destruye y crea nuevas células para seguir funcionando de manera óptima. Cuando esto no sucede en el ritmo adecuado es cuando se produce el proceso de envejecimiento del que hemos hablado.
Para realizar este proceso de regeneración celular, el organismo precisa de micro (vitaminas y minerales) y macronutrientes (proteínas, grasas e hidratos).
Es fácil entonces comprender por qué una carencia continuada en el tiempo de nutrientes esenciales puede ir poco a poco degradando nuestra salud y nuestros tejidos, entre ellos el óseo, que el cuerpo considera en el corto plazo “no esencial para la vida”.
Menopausia
La incidencia de osteoporosis es mayor en las mujeres, ya que durante la menopausia, los niveles de estrógeno (hormonas sexuales) disminuyen drásticamente. Además de producirse muchos cambios a nivel emocional y psicológico, este descenso hormonal provoca muchos cambios fisiológicos, ya que el estrógeno juega un papel muy importante en la salud cardiovascular, esquelética y a nivel cerebral.
Diversos factores
Alcohol, tabaco, fármacos, vida sedentaria, u otras enfermedades como el reuma pueden ser los causantes de una debilitación del sistema esquelético.
Es muy importante señalar la importancia de una alimentación saludable, variada y equilibrada para prevenir y contrarrestar una pérdida de densidad ósea, especialmente en el caso de mujeres en menopausia o premenopausia, personas mayores de 50 años y personas con un estilo de vida muy sedentario, ya que que la falta de actividad física una disminución de la masa ósea.
Medicación y precauciones
En la clínica recibimos frecuentemente visitas de mujeres que, antes de comenzar el tratamiento con bifosfonatos (medicamento empleado para tratar la osteoporosis), son derivadas al dentista para una revisión. En ésta revisión se determina si, en el corto plazo, sería necesaria una extracción dental.
Entre los efectos adversos de este fármaco se encuentra el riesgo de osteonecrosis (muerte de una parte del hueso al reducirse el flujo de sangre hacia ella). En casos de heridas con exposición de hueso, como ocurre con las extracciones dentarias, este riesgo aumenta, ya que el hueso queda expuesto y no tiene suficiente capacidad de reparación por la falta de vascularización del hueso que provoca este fármaco.
Según la Sociedad Española de Reumatología (SER): “La osteonecrosis de los maxilares se ha asociado al uso prolongado de bifosfonatos o denosumab, aunque su incidencia en pacientes con OP es muy baja”. Aún así, sus recomendaciones generales para evitar el riesgo de complicaciones bucales son: mantener una correcta higiene bucal y una revisión odontológica previa para determinar si existe una mala salud dental o se prevé realizar un tratamiento odontológico invasivo.[1]
Una vez se ha iniciado el tratamiento con bifosfonatos y, si hay que realizar alguna de extracción de alguna pieza dental o cualquier intervención que suponga una exposición del hueso, sería recomendable consultar con el especialista la viabilidad de pausar el tratamiento para realizar la intervención pasados unos meses o si se deberían tomar medidas profilácticas durante la toma de este medicamento en caso que haya una extracción de urgencia. Todas estas medidas se realizan con la intención de reducir al máximo el riesgo de osteonecrosis al que se exponen las personas tratadas con bifosfonatos, que aunque ocurre en un porcentaje pequeño de los casos, las secuelas pueden ser muy desagradables y traumáticas para los pacientes.
Todos estos desajustes pueden ser prevenidos y minimizados llevando un estilo de vida saludable y siguiendo algunas pautas. De esta manera se puede evitar llegar a necesitar la toma de fármacos y sus consiguientes efectos adversos.
Biografía y referencias:
[1] Dr. Jenaro Graña Gil, Sociedad Española de Reumatología. Recomendaciones odontológicas para pacientes en tratamiento por osteoporosis. (15 octubre 2019). https://www.ser.es/recomendaciones-odontologicas-para-pacientes-en-tratamiento-por-osteoporosis/