Cuando pensamos en la salud bucodental, solemos enfocarnos en los dientes, las encías o incluso en la alineación de la mordida. Pero hay una gran protagonista que muchas veces pasa desapercibida: la lengua. Ese músculo ágil y sensible que usamos cada día para hablar, saborear, tragar…
A veces solo reparamos en ella cuando algo va mal: una llaga, una sensación de ardor o una capa blanca que no sabemos de dónde ha salido. Pero lo cierto es que la lengua está profundamente conectada con nuestra salud general, tanto desde la medicina convencional como desde la visión integrativa y energética del cuerpo.
¿Qué es exactamente la lengua?
La lengua es un órgano muscular cubierto por mucosa, formado por ocho músculos entrelazados que trabajan en perfecta coordinación. Esta musculatura, conocida como músculos intrínsecos y extrínsecos, permite que la lengua realice movimientos tan complejos como enrollarse, alargarse, elevarse o empujar alimentos hacia la garganta.
Su superficie está salpicada de papilas gustativas, unas pequeñas estructuras sensoriales que no solo captan el sabor, sino que también detectan la temperatura y la textura de lo que comemos. Además, en la lengua residen una gran cantidad de terminaciones nerviosas, lo que la convierte en uno de los órganos más sensibles del cuerpo humano.
Funciones esenciales de la lengua
- Deglución
Durante la masticación, la lengua trabaja como una cuchara que va mezclando el alimento con la saliva y lo dirige hacia la parte posterior de la boca para ser tragado. Si no se mueve bien, pueden aparecer problemas digestivos, atragantamientos o incluso dificultades respiratorias en personas mayores.
- Gusto
Gracias a las papilas gustativas, la lengua detecta los cinco sabores básicos: dulce, salado, ácido, amargo y umami. Estos receptores están distribuidos por toda la superficie, aunque algunas zonas tienen mayor sensibilidad a ciertos sabores.
- Fonación
La lengua participa activamente en la articulación del habla. Interviene en la pronunciación de letras como la “r”, la “l” o la “t”, y sin ella nos costaría muchísimo comunicarnos con claridad.
- Limpieza bucal
La lengua arrastra restos de comida y ayuda a mantener la boca limpia de forma natural. Pero si no la cuidamos, también puede acumular bacterias y convertirse en un foco de mal aliento, saburra o incluso infecciones.
- Defensa inmunológica
En la parte posterior de la lengua se encuentra tejido linfático que actúa como parte del sistema inmunitario. Junto con las amígdalas, detecta patógenos que entran por la boca y participa en la respuesta inmunitaria del cuerpo.
Curiosidades sobre la lengua
- Es el único músculo del cuerpo que está unido solo por un extremo.
- En proporción a su tamaño, es uno de los músculos más fuertes y flexibles del cuerpo.
- Cambia de forma, textura y color según nuestro estado de salud.
- Se regenera con rapidez: las papilas gustativas se renuevan cada 10-14 días.
- La lengua también se puede “cansar”. Por ejemplo, las personas que hablan mucho o que sufren bruxismo pueden tener fatiga lingual.
¿Cómo cuidar bien de tu lengua?
Te dejo algunas claves para mantenerla sana y en equilibrio:
- Límpiala cada día
Usa un limpiador lingual (raspador) o el propio cepillo de dientes para eliminar la capa blanca (saburra) que acumula bacterias y restos. Hazlo con suavidad para no dañar las papilas.
- Hidrátate
Una lengua seca puede ser señal de falta de hidratación o de alteraciones en la salivación. Bebe agua suficiente y evita el exceso de cafeína o alcohol, que resecan.
- Cuida tu alimentación
Una dieta rica en frutas, verduras, alimentos vivos y probióticos ayuda a mantener una microbiota bucal saludable y una lengua limpia. Evita ultraprocesados, azúcares refinados y alimentos muy irritantes.
- No fumes
El tabaco es una de las principales causas de alteraciones en la lengua: desde lengua negra vellosa hasta lesiones precancerosas. También afecta al gusto y a la oxigenación de los tejidos bucales.
- Obsérvala
Si aparecen manchas, bultos, dolor persistente, pérdida de movilidad o cambios de color que duran más de 2 semanas, es importante acudir al dentista u odontólogo especializado.
Dedica un momento cada día para observar tu lengua, limpiarla y mimarla, puesto que esto es una forma sencilla y poderosa de autocuidado. Porque en lo pequeño, muchas veces, están las pistas más importantes.
Referencias
- Green, J.R., et al. (2015). Tongue kinematics during speech and swallowing. Journal of Speech, Language, and Hearing Research.
- Mayo Clinic (2023). Tongue problems: Symptoms and causes. www.mayoclinic.org
- Zhang, Q. et al. (2018). Tongue diagnosis and its modernization: an overview. Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine.
- Li, X., & Wang, X. (2020). A review on tongue diagnosis in Traditional Chinese Medicine. Chinese Medicine.
- Asociación Dental Americana. Oral Health Topics: Tongue Care. www.ada.org
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